En este mes de septiembre los mexicanos festejamos nuestra nacionalidad. Cada año por estas fechas, México se llena de banderitas y nuestras cocinas de olores típicos de la época. No obstante la fiesta es mucho más que eso, es recordar los sucesos que nos dieron pauta para ser hoy lo que somos.
La independencia y posteriormente la revolución fueron enfrentamientos bélicos que a pesar de haber sucedido hace más de 200 años uno y más de 100 el otro, marcaron el rumbo de nuestro país, el cual hoy nos guía por el camino de la tecnología. En esa época ya se tenía esa visión, por ejemplo, en la independencia los españoles usaban las armas traídas de Europa que ya incluían las polvoreras y las pistolas de llave de chispa; mientras que los insurgentes usaron los cañones de batería de rifle que medían 304 cm, los más largos en todo el mundo.
En 1910 los ferrocarriles revolucionaron los conflictos bélicos a lo largo y ancho de la nación, además de ser medios de transporte que permitieron trasladar a los ejércitos por todo el país, también fueron mecanismos estratégicos de control social en los procedimientos de la lucha armada. El dominio de las vías férreas fue determinante para los grupos en pugna, les permitió atacar rápido, cercar poblaciones, embestír al enemigo y trasladar armamento.
Ambos eventos extremadamente violentos fueron un hilo conductor de nuestra historia, recordemos que gracias a ellos, hoy tenemos una identidad que está plasmada en fragmentos de novelas, cuentos, canciones, corridos y en cada cosa que nos hace ser mexicanos.
¡Felices fiestas!
Isabel Carvajal
Directora
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