Pablo Estévez
- Call Me F
- 16 nov 2018
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 20 nov 2018
Por: Mara Luz Arellano
Para lograr el arte hay que buscar lo que no está.
“En la vida no tienes control de nada, por eso hay que vivirla como viene”. Con estas palabras inició una de las más bellas pláticas que he tenido con Pablo Estévez, artista visual, fotógrafo, amante del arte, pintor al óleo y dibujante, profesor y escritor de libros sobre educación artística para niños de educación secundaria.
Un ser espiritual que entiende que nada es fijo ni permanente dentro del universo y lo agradece porque de lo contrario, según su filosofía, no podría haber crecimiento como personas, ni en el alma.
Egresado de La Esmeralda, Pablo dejó el mundo vano y egocéntrico de un artista cuando, hace 10 años, descubrió la Dimensión Espiritual,“antes era sumamente pragmático, me interesaba que me vieran, mi ego era grande. Después de que la vida me dio un golpe, me di cuenta de cuan atrapado estaba en ese mundo y fue en ese momento cuando me percaté que trabajaba para los demás y cambié”. Fue ahí cuando inicia su camino a la espiritualidad y en sus propias palabras, logra ser libre, “ya no tengo la necesidad de que me vean, ahora sólo tengo la necesidad de ser y eso me hace muy feliz”
Cualquiera que vea sus obras podrá darse cuenta de que sus temas son tan variados como la vida misma, él puede retratar piernas y brazos amputados, dibujar a una mujer, pintar una flor, a un músico o a un gato y hacer que todo lo que está en la fotografía, la pintura o el dibujo se vea bello. “Una de las cosas que más me ha dado el Budismo Zen y el Advaita[1], es observar más allá de la mera apariencia, permitiendo que se revele la belleza del objeto por medio de la meditación, para ello busco ver las cosas sin clasificarlas, sólo viendo el objeto real”.
Aun así la “técnica” del profesor para encontrar el arte no es tan sencilla como lo plantea, hay que traspasar la línea de querer ser el creador, para convertirse en un medio que el propio arte necesita para salir. “La racionalización no ayuda al arte, y el artista es el ser y eso está dentro de ti, lo único es que debes estar consciente, con todos los sentidos, y más allá de los sentidos, abrir la intuición en lo que estás haciendo, de esa manera ese algo que busca salir, podrá mostrarse”.
No es sencillo llegar hasta donde está él, le ha costado mucho más de lo que cualquiera pudiera imaginar, sin embargo es un artista que no le tiene miedo al sentimiento, por eso permite que las cosas de la vida, como el amor, el desamor, el dolor, etcétera, le inunden, porque entiende que después deberá permitir que todo salga, y se trasforme en lo que tenga que ser. “El vivir es lo más importante para el artista, como dice un principio Zen: Si no hay color, ponle color. Por eso sé, que en la pintura, la belleza se revela por medio de la oscuridad, mientras que en la fotografía esa misma belleza se revela gracias a la luz”.
Esa es la razón por la cual, a este gran señor y artista, a quien el dolor del amor, la alegría de la vida y la paz encontrada en el arte, hay que escucharlo cuando dice “He dejado de buscar, para que lo que me busca, me encuentre”.
[1]El advaita es una rama del hinduismo que explica la no dualidad afirmando la unidad entre las almas y la divinidad.
Comments